El pasado Sábado Santo, con el traslado de nuestros Sagrados Titulares desde la Santa Iglesia Catedral, finalizamos nuestra Estación de Penitencia. En esta ocasión, ha sido más larga de lo que ya de por sí vivimos cada Lunes Santo, pero no por ello menos intensa y fructífera, viviendo momentos verdaderamente llenos de fe y espiritualidad.
He esperado, hasta que nuestros Sagrados Titulares estén de nuevo en su parroquia, para agradecer a todo y cada uno de los que han participado de una manera u otra en la Estación de Penitencia y por su esfuerzo realizado tanto a la ida como a la vuelta. Cuando digo a todos, tengo en mi corazón y en mi mente a toda la cofradía al completo (desde el primer auxiliar que va abriéndonos el camino, junto a la Policía Nacional, hasta aquel que va empujando el carro de apoyo, pasando por nazarenos, acólitos, capataces y costaleros, personal de comunicación, auxiliares, equipo sanitarios, músicos, etc). Es para este Hermano Mayor un gran honor y orgullo ocupar humildemente este cargo y estar al frente de esta gran Hermandad, que cada vez demuestra más madurez y saber hacer, demostrando a Sevilla que somos una Hermandad joven pero seria.
Quisiera pedir perdón a todo aquel hermano/a que por las decisiones tomadas, de las cuales soy el único responsable, se haya podido molestar. En ningún momento ha sido mi intención, ya que siempre busco lo mejor para nuestra Hermandad y sus hermanos/as, aunque algunas veces no lo consiga.
Igualmente, quiero dejar claro que no me arrepiento de ninguna de las decisiones tomadas durante estos días. Tras dos años sin poder llevar a cabo nuestra Estación de Penitencia, por las circunstancias que todos hemos vivido y ante los pronósticos que manejábamos, no me encontraba con fuerza moral para dejar a tantas almas, cada una con su cruz, sus peticiones y sus agradecimientos, en casa. Lo dicho, pido perdón, pero no me arrepiento de las decisiones tomadas.
Me vais a permitir que tenga un especial agradecimiento hacía mí junta de gobierno, por el apoyo y colaboración que me han demostrado durante esta dura y complicada Cuaresma, que por motivos familiares me ha tocado vivir. ¡Gracias!
Hermanos/as, por favor, no olvidéis a vuestra Hermandad durante el resto del año. Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Ntra. Sra. del Rosario Doloroso os esperan siempre en el Sagrario y no solo en estas fechas o cuando necesitamos algo.
¡Gracias a todos!
Jose Luis Pérez Flores
Hermano Mayor