Hacía ya tres años que no podíamos realizar al completo nuestra Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral, como todos sabemos, dos por culpa de la maldita pandemia y el pasado 2022, a causa de la lluvia. En estos tres años hemos dejado en el camino a seres queridos cercanos y a otros muchos hermanos que nos han dejado igualmente.
Este pasado Lunes Santo, me han asaltado muchos momentos de reflexión apoyado en la vara dorada y que se han visto truncados de repente, bien por el brusco empujón de una persona que se hacía un hueco para poder contemplar a Ntra. Sra. del Rosario Doloroso o bien por un respetuoso “me permite un momento”; esta vara dorada con la que en algunos instantes te ves solo, aún estando rodeado por todos vosotros mis hermanos.
Pues bien hermanos, a vosotros van dirigidas estas líneas, ya que no me canso de repetir que dichosa la hora en que llegué a esta bendita Hermandad. Me siento muy orgulloso de todos y cada uno de vosotros, por lo que deseo mostrar mi agradecimiento y el de toda la junta de gobierno a todos los hermanos/as que componen nuestra Hermandad, desde el banderín de la banda de nuestra Cruz de Guía, con sus respectivos auxiliares, hasta el auxiliar que empuja con todo su esfuerzo el carro de apoyo.
Y en medio, ese cuerpo anónimo de hermanos nazarenos, para mí y con todo respeto hacia el resto hermanos que componen el cortejo, son quizás los que más penitencia realizan, ya que bajo su túnica, sufren los avatares tanto de la climatología como del bullicio descontrolado, cada vez más numeroso, y en muchas ocasiones sin poder disfrutar de la presencia de nuestros Sagrados Titulares y por delante de ellos esa tropa de monaguillos que le dan a la cofradía la alegría, sencillez y frescura que tanta falta le hace al mundo. Gracias en especial a su acompañantes, ya que sin ellos no sería posible esta bendita luz de esperanza y futuro para la Hermandad. Para todos ellos mi reconocimiento, respeto y apoyo. Gracias hermanos.
Mención aparte merece nuestra Diputación Mayor de Gobierno, en la persona de su diputado, ya que cuando le ofrecí el puesto no lo dudó ni un solo momento, aunque le puse la condición de que se respetara, dentro de lo posible y por este año, todo lo que nuestro querido Paco Galindo había puesto ya en marcha, y así me lo acepto. Todo ello no hubiese sido posible sin el apoyo y colaboración directa de su equipo de auxiliares. Simplemente gracias hermanos.
Igualmente, gracias por el trabajo que realizáis, a todo el conjunto formado por cada uno de los equipos de fiscales, enlaces, diputados de tramos, auxiliares (médicos y sanitarios, comunicaciones, costura, seguridad, apoyo,… etc.), aunque no lo parezca sois piezas muy importe en este gran engranaje para que todo funcione correctamente y se cumplan los hitos que nos tienen marcados.
Al cuerpo de acólitos, mi más sincero agradecimiento y reconocimiento por el trabajo que realizáis durante toda nuestra Estación de Penitencia. Lo reconozco, yo no sería capaz de realizar el esfuerzo que hacéis, quizás vuestro sacrificio se vea recompensado al poder disfrutar en todo momento de la cercanía de nuestros Sagrados Titulares.
Lo importante que es en nuestra ciudad, que un misterio o un palio anden bien, pues en nuestra cofradía ambos pasos lo hacen a la perfección y todo ello gracias al trabajo de nuestras cuadrillas de costaleros, con sus respectivos capataces al frente. Gracias ya que con vuestro trabajo hacéis más grande si cabe a nuestra Hermandad.
Y qué decir de la categoría del acompañamiento musical que abre nuestra Hermandad y que acompañan a nuestras imágenes. Por cualquier lugar donde discurre nuestra cofradía van evangelizando con sus sones. Hacen que muchos de los que se acercan para ver a Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y a su bendita madre, Ntra. Sra. del Rosario Doloroso, vuelvan y nos podemos dar por satisfecho por ello, ya que la música también hace catequesis. Gracias y bendito rezo.
Mi agradecimiento igualmente a la Unidad Militar de Emergencias (UME), ya que con su presencia desde la salida, con la interpretación de su Himno, hasta la recogida en nuestro templo, nos dan prestigio en todo momento, tanto en la presidencia como dándole escolta a su Patrona, Ntra. Sra. del Rosario Doloroso, en su paso de palio.
Y por supuesto, mi más sincera enhorabuena y agradecimiento a mi querida junta de gobierno, pilar sin el cual no sería posible llevar a buen puerto tanto la Hermandad, como la cofradía. Gracias por aguantarme y comprenderme durante todo el año. Quiero igualmente pedir perdón a mi junta y a todos vosotros, hermanos de la Hermandad, si en algún momento he podido ofenderos en algo.
Por último, deciros que os podéis sentir muy orgullosos de pertenecer a nuestra querida Hermandad y no os quepa la menor duda de que continuamos, y cada vez más (ya que cada año el cuerpo de hermanos nazarenos es más numeroso), siendo un referente a seguir en nuestra ciudad, en saber andar durante todo nuestro largo recorrido, en saber estar, en saber cumplir con nuestros horarios y un largo etc. No me cansaré de decirlo, estoy orgullosísimo de ser el Hermano Mayor de la Hermandad de San Pablo, y disfrutar cuando me reconocen por la calle y me paran para felicitarme y decirme: «¡Enhorabuena, que gran Hermandad sois!», a lo que respondo “Gracias a todos y cada uno de nuestros hermanos”
Oremos a nuestros Sagrados Titulares, Ntro. Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Ntra. Sra. del Rosario Doloroso, por el eterno descanso de todos los que ya no están para que se encuentren sentados a la derecha del Padre, y por todos nosotros para que nos den salud y que el próximo Lunes Santo podamos acompañarlos nuevamente por las calles de Sevilla, llevando a todos nuestra fe y evangelizando a aquellos que se nos acerquen.