Estimados/as Hermanos/as:
Como Hermano Mayor de nuestra Hermandad, y según marcan nuestras Reglas, me debo a todos sus hermanos en cuestiones del gobierno de la misma, pero creo que en situaciones de máximo riesgo para la salud, como la que estamos viviendo en estos momentos, mis creencias me dicen que debo preocuparme igualmente por el estado de salud de todos ellos, e incluso de sus familias.
Llevo un par días, desde que se declaró el “Estado de Alarma”, que estoy dándole vueltas en mi cabeza, de como poder llegar a todos vosotros para interesarme por el estado de salud tanto de vosotros como de vuestras respectivas familias, me gustaría hablar personalmente con todos y preguntaros directamente, pero como sabéis es imposible.
Al final me he decidido por dirigiros unas palabras, no voy a deciros nada nuevo y que no se haya dicho por autoridades más competentes que yo para este menester, solo quiero haceros llegar mi incertidumbre por todos mis hermanos/as.
Pediros tranquilidad y por encima de todo fe, rezadle a nuestros Sagrados Titulares para que nos protejan, tanto a nosotros como a nuestras familias, como al resto de la humanidad. Seamos solidarios y no pidamos solo para nosotros. Por nuestras creencias tenemos la suerte de poder dirigirnos a aquellos que son los únicos a los que pedirles protección y salud, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora del Rosario Doloroso.
A los más pequeños, les digo que no se desanimen ya que gracias a Dios tendrán ocasión de volver a vivir muchos Lunes Santo y poder acompañar a nuestros Sagrados Titulares a la Santa Iglesia Catedral, en estos momentos lo más importante para todos, es la salud de vosotros, vuestros padres y muy principalmente los abuelos, ya que son los más vulnerables.
A aquellos, que por desgracia se hayan contagiado, quiero transmitirles el calor de toda nuestra Hermandad y nuestras oraciones para que le den fuerzas y se repongan lo antes posible. Igualmente para todos aquellos hermanos/as que por su delicada salud, son personas de alto riesgo, decirle que se cuiden lo mejor posible y tengan fe.
Espero y deseo y así se lo pido a la Stma. Trinidad, que todo este caos que estamos viviendo, sirva para unir más a las personas, seamos más honestos con nosotros mismos y con nuestros semejantes, más humildes y sinceros, y que aprendamos a querernos más, siendo la mejor vacuna para el futuro.
Con estas líneas que os envío, me quedo más tranquilo, aunque con la incertidumbre que a todos nos invade, unamos nuestras oraciones y pidámosle a nuestros Sagrados Titulares, con devoción, ¡¡SALUD!! y un pronto restablecimiento de todos los afectados.
Os voy a dejar con unas palabras textuales de nuestro Papa Francisco que a mí particularmente me han llegado al corazón, por favor leerlas:
“Esta noche antes de dormir piensa en cuando volvamos a la calle. A cuando nos abrazemos de nuevo, cuando comprar todos juntos nos parecerá una fiesta.
Pensemos en cuando regresen los cafés al bar, las charlas, las fotos apretadas uno al otro. Pensemos en cuando todo sea un recuerdo pero la normalidad nos parecerá un regalo inesperado y hermoso.
Vamos a amar todo lo que hasta hoy nos pareció inútil. Cada segundo será valioso. Las nadadas en el mar, el sol hasta tarde, los atardeceres, los brindis, las risas. Volveremos a reírnos juntos.
Fuerza y coraje. Nos vemos pronto!”