Avanzaba la cofradía por las calles de nuestra ciudad para adentrarse en su barrio, que lo esperaba jubilosamente para ver a sus Titulares. La avenida de Pedro Romero era un clamor al paso de la cofradía para llegar a nuestra parroquia y concluir nuestra Estación de Penitencia con la Salve a Ntra. Sra. del Rosario Doloroso desde el interior de la misma.
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